"El Masón es un hombre que piensa y que vibra al unísono con una intemporal armonía ideológica que crea en él la esperanza de que en un instante del futuro infinito, la mente conquiste el Todo conocible: esta ansiedad por desentrañar los misterios del Universo comenzó a crecer aceleradamente apenas ayer, hace cien mil años, una cuatrocientas mil ava parte de la edad del Cosmos, cuando el hombre desarrolló las características simbólicas de su lenguaje. El Masón renueva permanentemente su inquietud que lo sigue llevando por el camino interminable contruído por la pasión hacia la verdad. Al adelantar por él, cada fenómeno de la naturaleza y cada acto del hombre van encontrando su ubicación dentro de la trama de leyes universales. Cada vibración de energía, cada manifestación material o espiritual van ocupando su lugar dentro del Orden. El esfuerzo del obrero intelectual acerca el momento del perfecto equilibrio existencial que encuentra su expresión en la Virtud. Todo va adquiriendo sentido, preparando una verdadera redención mesiánica cuyo simbolismo se revelará como la Idea, que por definición está imbuída de esencial Bondad.
Al declarar el Masón en su ceremonia de Iniciación que su objetivo es conocer la Verdad, se está comprometiendo a integrar las legiones de iluminados que a través de los milenios se dedican a desentrañar los misterios de la Creación. El simple deseo de participar será su mejor aporte y el que justificará su labor. El Taller en el que los Masones se reúnen es el vértice de una pirámide luminosa en la que el iniciado podrá encontrarse a sí mismo y donde se le ofrecen inigualables posibilidades para su desarrollo personal". (Del libro: Cosmos e Inmortalidad del M:.R:.H:. José Schlosser).
"La Francmasonería, o simplemente Masonería, es la más antigua y másextensa organización fraternal, dedicada a promover la fraternidad universal que abarca todo el género humano. Aunque la Masonería no constituye una religión ni ejecuta ritos religiosos, sostiene la existencia de un Ser Supremo a quien denomina Gran Arquitecto del Universo, para evitar así cualquier sectarismo, por una parte, y señalando el carácter rector y edificativo de la Divinidad, por la otra.
La organización de la Francmasonería está basada en Grandes Logias, cada una de las cuales es soberana dentro de su propio territorio. No existe una autoridad central que tenga tuición sobre todas las Grandes Logias. Sin embargo, para que una Gran Logia sea aceptada por las demás, debe cumplir con ciertas normas, prácticas y tradicionales, aceptadas por la mayoría como fundamentos indispensables de la Masonería.
La Francmasonería no acepta distinciones de raza, color, religión ni nacionalidad.
Siendo una organización fraternal, la Francmasonería le proporciona a sus miembros la oportunidad de encontrarse y disfrutar de la compañía de amigos que comparten los mismos ideales, dentro de un espíritu de benevolencia y tolerancia, guiados por los principios éticos más elevados. La Masonería es personal en sus ceremonias privadas. Sus rituales dan expresión dramática a una filosofía de la vida basada en la más estricta moral.
La Orden incita a cada uno de sus miembros a la autosuperación mediante el estudio y la práctica de las virtudes. Las herramientas del masón operativo, como ser el nivel, el mazo, el cincel, la escuadra y el compás, son empleados en forma simbólica para enseñar los principios fundamentales del amor fraternal, la caridad, la justicia, la equidad y la honestidad que los Masones deben practicar en sus vidas diarias.
La fraternidad masónica no oculta su existencia, propósitos, ideales ni principios. Los Templos Masónicos ostentan casi siempre el emblema universal de la Masonería, la escuadra y el compás semiabiertos, entrelazados. También muchos Hermanos llevan la insignia masónica en la solapa o en un anillo.
En las reuniones periódicas de las Logias (semanales, bisemanales o mensuales) se escuchan charlas sobre temas filosóficos e históricos y se debate libremente sobre dichos problemas, excluyendo en forma absoluta toda discusión sobre las creencias políticas y religiosas privativas de cada uno. Una de las tradiciones de la Francmasonería es la de no pedirle a nadie que ingrese en la Orden. Sin embargo, todo varón honorable y mayor de edad puede pedirle información a cualquier Masón sobre los procedimientos de ingreso".